Vuelve conmigo- Anabel Conde (1995)

Quiero romper una lanza a favor de una de las cantantes más olvidadas y desaprovechadas de este país: Anabel Conde. Todavía recuerdo cuando en la semana santa de 1995 voy a mi piso de Fuengirola a pasar las vacaciones y quedo de copas con dos hermanas amigas mías y me dicen que si no conozco a la representante en Eurovisión de aquel año, que era íntima amiga de una de ellas. Les digo que no y me dicen que es vecina mía y que aquella misma tarde les estuvo enseñando a mis amigas las fotos que irían en la portada de su disco. El caso es que a la chica no llegué a conocerla personalmente, pero sí que la suelo ver cada vez que voy a Fuengirola.

Alcanzó el segundo puesto en un certamen de Eurovisión que no llegó a ganar, pero injustamente, y que aún hoy se la recuerda en toda Europa, y más allá, incluso yo tuve que enviar una copia de su disco a un amigo mío de Israel.

Participó con una canción que no le gustaba, grabó el disco que TVE quiso, y salió a escena con un peinado y vestido que ni sus propios padres y hermanos la reconocían, todo impuesto por TVE, pero caló hondo...por unas semanas.

Hoy en día todo el mundo se sorprende de que su carrera sea inexistente, y que no haya triunfado, incluso Ari, mi amigo de Israel. Esta chica nace en Inglaterra y está vendiendo discos como rosquillas y sería conocida en todo el mundo, pero estamos en un país que valora más otras cosas secundarias, y no una buena voz. Es mejor encumbrar a una chiquita que canta como un dibujo animado japonés, y que además se parece por sus grandes ojos, dientes de conejo y cara inexpresiva....pues sí, estoy hablando de Virginia, injusta ganadora de OT...aunque bueno es solo un ejemplo, hay más.

Anabel intentó de nuevo ir a Eurovisión, incluso se presentó a las preselecciones de Andorra y Polonia....aunque estos y otros intentos fueron en vano.

Bueno, os dejo con el vidrio de Eurovisión, y no creo que nadie lea este blog, y menos ella, pero desde aquí envío un besazo a Anabel de su vecino asturiano del Veramar 3, que no me conoce, pero yo sé quien es, pues la tengo visto muchas veces, por la calle y en el jardín de mi edificio. Mucha suerte.